Ubicado al oriente de la ciudad de Guadalajara, Gran Terraza Oblatos se desarrolló en una zona habitacional densamente poblada, en una vía importante generando un vínculo con zonas lejanas de su ubicación por lo que lo convierte en un desarrollo con posibilidades de influencia regional.

Con la intención de formar parte del espacio público, se genera una plaza comercial a modo de pasaje peatonal donde el usuario interactúa con un lugar semi-abierto y a su vez semi-público.

Siguiendo la idea del espacio abierto, por medio de gráficos lineales en la fachada se emula la corteza de un bosque, así como dentro del espacio se logra ventilación natural y un juego de luces naturales que se crean por los huecos de la membrana que de manera difusa deja pasar la luz.

El edificio se desplaza en dos niveles comerciales que cuentan con restaurantes, tiendas, lugares de entretenimiento, entre otros; y un tercer nivel en cada extremo para un local de entretenimiento y el último nivel de la tienda departamental.

Mediante el uso de unos cuantos materiales como el recinto en muros, el cristal serigrafiado en fachada, lámina ondulada y el piso de granito, se logra el carácter del lugar.