Contenedor de cristal flotando en el espacio nodal de triple altura del centro comercial; envuelto en una malla de madera que en los techos son pérgolas que tamizan la luz y en los muros son celosías que dan privacidad a los comensales del restaurante.
El contenedor arroja hacia la triple altura una lengüeta a manera de terraza contenida lateralmente con cristal, convirtiéndola en un palco hacia el anfiteatro y pista en que se convierte en el centro comercial.
Es espacio diáfano y transparente sin obstrucciones tiene un segundo palco interior a manera de mezanine con la dualidad estar-no estar conceptual de este espacio en donde el afuera es adentro, pero el adentro no es afuera.